Las Cuatro esquinas de Chambas |
Ser chambero me hace sentir orgulloso. Mis primeros pasos los dí en ese pequeño poblado. Era entonces una localidad con menos cantidad de habitantes y por supuesto su configuración arquitectónica era completamente diferente a la que muestra en la actualidad.
Pero antes y ahora, las cuatro esquinas constituyen el corazón de esa localidad, punto confluyente de los barrios El Gallo y El Gavilán en tiempos de parrandas, pero también sitio obligado para el encuentro de amigos y tal vez hasta para la conciliación de parejas enamoradas.
El paseo de Chambas, con sus bien conservados arbustos sombreando dos hileras de bancos, cada uno con incrustaciones de firmas comerciales propio de aquella época, daban un toque de particularidad a ese animado entorno urbanístico. No sé si todavía permanecen intactos como reliquias del poblado.
Paseo de Chambas |
No se borran de mi memoria algunos puntos emblemáticos de Chambas: el Hotel Colón, las tiendas de productos industriales, la imprenta La Comercial, un bar que durante mucho tiempo se llamó La Taberna, y la bodega de Apeles, donde a finales de 1958 surgió un gran incendio que atemorizó a todos los habitantes, quedando en ruinas una de las céntricas esquinas del poblado.
Pero recuerdo también a muchos personajes, que tal vez presionados por las condiciones económicas de la época, se convirtieron en figuras muy populares y también muy queridas por los chamberos. !Cómo no mencionar el cine Apolo, muchas veces escenario de especiales conmemoraciones, el llamado gascar de Narcisa que por vía estrecha trasladaba pasajeros y mercancías desde y hacia Yaguajay y Caibarién!.
Fábrica de tabacos La Casita Criolla |
Imposible dejar de mencionar a la Secundaria Básica José Tey y aquel grupo de abnegados profesores que se trasladaban desde Morón para impartir clases a los jóvenes allí matriculados, ni tampoco la fábrica de tabacos La Casita Criolla con su sello distintivo y de amplio reconocimiento nacional. Hay muchas cosas que Chambas nos trae a la memoria, pero de manera especial recuerdo cuando siendo muy joven llegué a La Habana como estudiante becario. Coincidimos en aquella gran escuela jóvenes de muchas partes del país, de Cienfuegos, Santiago de Cuba, Holguín, Bayamo, Camaguey y de otras localidades. Alguien me preguntó: ¿y tú, de dónde eres?.
-Le respondí: soy de Chambas. Todos se miraron la cara y uno de ellos me dijo. ¿Pero ese pueblo aparece en el mapa?.
Con la fuerza de la pasión, les confieso, que demostré ser uno de los hijos que más quiere a su terruño. Y lo sigo queriendo.
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