Te Informamos de lo último acontecido en Chambas, Cuba y el Mundo.

lunes, 23 de febrero de 2015

Esclava en su propio hogar



Testimonio de una mujer víctima de la violencia  doméstica. Una historia contada por su protagonista, que te demuestra que los actos de violencia pueden ser superados. Únete a Radio Chambas en defensa de los Derechos de la Mujer.



Periodista: Yaumara Hernández Cervantes.

YO TENÍA DIECISEIS años cuando lo conocí, ahí comenzó la relación de nosotros, la llegada de mi primer niño nos tomo por sorpresa pero junto con mi embarazo comenzaron sus celos y el maltrato psicológico que con el tiempo se volvió insoportable.
Yo pensaba tomar pastillas, no sé, incluso estuve un tiempo sin comer, pero no fue porque me quería suicidar sino porque me sentía muy mal, entonces hasta el apetito me faltaba, bajé mucho de peso.

Yo sentía cuando él quería sexo porque comenzaba a tocarme, a acariciarme, entonces me sentía como un trapo, como una marioneta y lo hacía.
Yo solo pensaba: “…después que este hombre me empujó, me humilló, tengo que hacer esto también…” y me sentía muy mal, lo hacía para salir del paso como un esclavo como si estuviera prisionera y lloraba, sentía mucho asco, mucho miedo, temor, sentía muchas cosas juntas al mismo tiempo. 

Un día la fiera que él llevaba dentro se desató, me cogió por los pelos me dio piñazos por la cara,  me pegó hasta que solté sangre por la nariz, me partió la boca, no podía ni hablar, en un descuido logré soltarme y fui corriendo para la policía.
Al principio  no quería salir de mi casa porque tenía toda la cara inflamada, los ojos no los podía abrir y mi niño me miraba y me decía: “…mamá eso te lo hizo papá…”

Entonces fui  allí a la Casa de Orientación de la Mujer y la Familia, ellos me ayudaron mucho incluso me consiguieron trabajo, todavía me llaman por teléfono me preguntan cómo me siento, cómo estoy, cómo va mi trabajo, cómo está mi niño y me aconsejan para seguir adelante. Ellas me ayudaron a mirar las cosas desde otro punto de vista, a sentirme libre, diferente y a relacionarme más con las personas.
En estos momentos yo estoy sola, tengo desconfianza de los hombres pero ya no  siento miedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario